- Cliente:
- Greenpeace
- Año:
- 2019
- Area:
- Ecologismo, Biodiversidad
- Alianzas:
- Ciertas Producciones
Servicios:
- Concepto
- Evento
- Comisariado
- Dirección creativa
- Dirección de arte
- Redacción
Los océanos, todo empieza y acaba en ellos. Resulta aterrador que la salud del lugar del que proviene toda la vida en la Tierra esté en peligro. Las especies que los habitan se enfrentan a gravísimas amenazas debido a que solo un 3% de su superficie está protegida, mientras la comunidad científica advierte que al menos el 30% debería estar protegido antes de 2030 para asegurar su supervivencia, y por supuesto, la nuestra.
Gracias a la presión de Greenpeace y otros organismos e instituciones, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución para comenzar las negociaciones hacia un nuevo acuerdo bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, para proteger la biodiversidad marina en áreas fuera de las jurisdicciones nacionales. Este nuevo tratado se negociaría en 2020 y debía ser aprobado ese mismo año. Estas negociaciones representaban una oportunidad histórica para establecer un régimen global para las aguas internacionales y eran clave para permitir el cumplimiento de los objetivos de conservación con los santuarios oceánicos que tienen protección real a nivel planetario. Debíamos aprovechar este momento decisivo para hacer campaña exigiendo la protección de los santuarios marinos y para ejercer la mayor presión global posible sobre la ONU, y además, pedir la creación del primer santuario marino de este Tratado, el mar de los Sargazos, el único mar sin orillas del mundo, un lugar de maravilla y misterio, un mar calmado en medio del Atlántico, delimitado cada día al norte y al sur solo por corrientes oceánicas.
El jueves 30 de junio de 2019 Viernes volvió a unir su destino al de Greenpeace, junto a más de 100 personalidades del mundo del cine, la televisión, la música, la moda o el periodismo de nuestro país para apoyar la creación de santuarios marinos y exigir que el gobierno de España defienda el Tratado Global de los Océanos de Naciones Unidas.
Necesitábamos su compromiso, así que escribimos un juramento. Una poética promesa que hacer a los mares de obligada difusión y cumplimiento que se encargó de recitar nuestro embajador oceánico capitán Javier Bardem, apoyado sobre un viejo timón de madera a la luz de velas. Él era quien más tarde debía acudir a la asamblea general de Naciones Unidas en NY a defender el Tratado. Contamos también con la implicación de Inma Cuesta, Jon Kortajarena y Álvaro Longoria, que invitaron personalmente a todas las personas embajadores de Greenpeace a la ceremonia, y su hermano Carlos Bardem, quien se involucró al máximo grabando el vídeo del juramento con todas las invitadas e invitados. Hicimos un sello oficial para sellar el juramento como símbolo de embajador/a de los océanos.
La idea del evento era crear, de forma sútil y sin alardes superfluos, una ceremonia íntima, mágica y marina en medio del Jardín Botánico de Madrid. Convertirlo por unas horas en una isla en medio de los océanos desde donde poder defenderlos. Dos buzos de Greenpeace daban la bienvenida. Proyectamos el imponente balanceo del oleaje y el sonido del mar, lo acompañamos de la música de un chelo y el movimiento de la coreógrafa Mar Aguiló junto a Manuel Rodríguez. Logramos construir un marco emocional donde poder conmover e involucrar al público, sumergiéndole en la urgencia de su participación en la campaña que fue presentada por Pilar Marcos, la coordinadora del Área de Biodiversidad de Greenpeace España. Subimos al escenario a Silvia Pérez Cruz para cantar “Oración Del Remanso” y Miguel Poveda se lanzó espontáneamente con “Todo es de color”. Y todo se impregnó de color azul y de emoción. Y todo el mundo levantó su mano y juró.