Mantengamos la fe en una ciudad mejor.
Año:
2012-2014
Area:
Movilidad, ciudad

Servicios:

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Una calle por la que dejan de pasar coches es el lugar donde pueden pasar muchas otras cosas. Una calle sin vehículos a motor es más segura, limpia y respirable. La OMS recuerda que a medida que disminuye la calidad del aire urbano, el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca, cáncer de pulmón y enfermedad respiratoria aguda, aumenta. Un estudio reciente del Instituto de Salud Global realizado en 858 ciudades europeas concluye que Madrid es la zona urbana con mayor mortalidad asociada con la contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2).

La bici, ese objeto tan amado como criticado que resulta ser el medio de transporte urbano más eficiente que existe, es capaz de transformar una ciudad que se atraviesa y se maltrata en una ciudad que se habita, se pasea, se cuida. Gracias a ella es posible activar un cambio real de una manera muy sencilla, al alcance de cualquiera y con beneficios notables en la salud de toda la ciudad.

En Septiembre de 2012 con motivo de la Semana de la Movilidad, el área de Movilidad y Medioambiente del Ayuntamiento de Madrid dió un paso más en la transformación de la calle de La Palma en un eje de prioridad peatonal que mejoraría el tránsito de las y los viandantes. Durante dos semanas la calle donde teníamos nuestra antigua oficina fue un espacio para pasar, encontrarse, hablar, sentarse y jugar. A los comercios y empresas nos pidieron que participásemos interviniendo la calzada y fue en este espacio donde quisimos rendir homenaje a la bici por ser así de eficiente, limpia y maravillosa.

La intervención consistía en colocar una bici durante esos días en nuestro escaparate, decorado y floreado para la ocasión como un altar, y un banquito en la acera de la calle desde donde poder admirarla. El viernes 21 de septiembre la sacamos a hombros en una procesión: La Procesión de la bici.

Así comenzó este divertido pasacalles a lo largo de la calle Palma, con actuaciones desde los balcones y verbena final, para glorificar la bici, celebrar y proclamar su uso en nuestra ciudad

Una acción callejera performativa y musical que involucraba a todo el barrio. Invitamos a comercios como Toma Café y La Bicicleta Café a unirse construyendo su propio paso dedicado a la bici. Vecinas y vecinos nos cedieron sus balcones a modo de escenarios desde donde actuaron artistas como el poeta boxeador Hovik Keuchkerian, la micropoeta Ajo, la cantante de Ópera Eugenia Martín o las bandas Sangre, Variedades Azafrán y Corazón.

Esta particular romería ciclista era una forma creativa de tomar la calle en defensa de la bici y se convirtió rápidamente en una pequeña nueva tradición a cuya llamaba acudían decenas de personas de todas las edades para acompañarnos, más otras del vecindario o turistas que simplemente pasaban por allí y, sorprendidas por el espectáculo, decidían unirse al paseo.  El recorrido acababa en una verbena en la que habitantes de una calle por la que habitualmente sólo se puede caminar en fila india, tuvieron la oportunidad de detenerse a merendar, conversar y conocerse con todo el tiempo y el espacio del mundo.